|
Nunca está de más insistir en la higiene personal como mecanismo de defensa y prevención de enfermedades, especialmente en épocas de climas extremos o cuando en la atmósfera abundan ciertos gérmenes patógenos, como el virus H1N1, que en el departamento de Antioquia ocasionó 10 muertes en el primer semestre de 2013. Por eso diferentes organismos públicos y privados de salud han vuelto a reiterar sobre la gran importancia de un acto tan sencillo como olvidado: lavarse las manos. El Gobierno Nacional estima que sólo el 18 por ciento de los colombianos efectúa correctamente este hábito, cuya práctica ayuda a prevenir no sólo la gripe y la influenza sino otras enfermedades respiratorias como la neumonía, gastrointestinales como la diarrea, urinarias y otras como conjuntivitis, acné, alergias e infecciones en la piel o mucosas.
Lavarse las manos frecuentemente con abundante agua y jabón, cubrirse nariz y boca con un pañuelo o antebrazo cuando se estornuda (¡no con las manos!), alimentarse adecuadamente y vacunarse cada año son algunas de las recomendaciones que por estos días reiteran autoridades como la Secretaría de Salud de Medellín, la cual reportó en el primer semestre “264 casos de Enfermedad Similar a Influenza”. Asimismo otras entidades como la Clínica Medellín, la EPS Comfenalco, la Congregación Mariana y el CES han divulgado diversas campañas sobre la higiene a través de diferentes medios. En uno de ellos se explica que las manos, al ser nuestro principal punto de contacto y relación con el mundo exterior, están siempre expuestas y contaminadas. “Las manos pueden ser un órgano altamente contaminado. Por las funciones que con ellas desempeñamos, se convierten en vehículos para transportar microbios a otras partes de nuestro cuerpo, a las personas que saludamos de mano, a los objetos que tocamos, como chapas de puertas, teléfonos, computadoras, útiles, entre otros” señala un folleto de la Clínica Cardiovascular.
No son pocos los estudios y análisis que respaldan los llamados a lavarse adecuadamente las manos antes y después de ir al baño, después de entrar en contacto con elementos externos como billetes, monedas, pasamanos, teléfonos públicos, teclados (incluidos cajeros electrónicos y datáfonos), humanos y otros animales. Uno de los más recientes, efectuado por la Universidad Manuela Beltrán, señala que los lugares donde crecen más microorganismos es en los pasamanos de las escaleras eléctricas, los celulares públicos y los soportes metálicos de los buses públicos. Y otro estudio dice que la pantalla táctil de un celular tiene 18 veces más bacterias que la manija del inodoro (ver video).
No hay comentarios:
Publicar un comentario