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La ampliación del sistema metroplús en Envigado y la construcción de una pista de BMX en el barrio Belén son los dos proyectos más recientes en que las personas se muestran preocupadas por las talas de árboles que implican, un asunto que parece estar despertando cada vez más el interés de la ciudadanía y los medios de comunicación, dada la cantidad de notas de prensa, debates e incluso acciones legales que se han presentado –el caso metroplús llegó hasta el Consejo de Estado-. A través de artículos en medios de comunicación y redes sociales, reuniones con funcionarios públicos, marchas en la calle y hasta una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Antioquia, varios ciudadanos vienen defendiendo la conservación de los árboles. Igualmente, en los últimos años se han denunciado situaciones de amenaza a los mismos en lugares como las avenidas 33 y Oriental, La Mota, El Poblado, La Aguacatala, Bello, Itagüí, La Estrella y Sabaneta, entre otros.
Según varios estudios y libros como “Las energías curativas de los árboles”, la presencia de estos seres no sólo influye en aspectos como el clima y la contaminación ambiental sino en la salud y el estado de ánimo de las personas. El informe de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de 2012 "la Perspectiva de las Ciudades y La Diversidad Biológica", elaborado por 123 científicos de todo el mundo, señala que “los espacios verdes urbanos realizan importantes servicios a los ecosistemas, como el filtrado de polvo, que absorbe el dióxido de carbono del aire y mejora la calidad del aire (…) La diversidad biológica urbana también ofrece beneficios de salud importantes. Los estudios han demostrado que la proximidad a los árboles puede reducir la prevalencia del asma infantil y las alergias”. Y un reciente análisis del Servicio Forestal de Estados Unidos llamado “la relación entre los árboles y la salud humana”, publicado por el American Journal of Preventive Medicine, estableció una relación entre la pérdida de árboles y el aumento significativo de muertes por causas cardiorrespiratorias en dos zonas al oeste de norteamérica.
Los árboles en espacios urbanos no sólo representan un mejor aspecto para los barrios y vías de la ciudad sino que además refrescan el clima, descontaminan el aire, sirven de hábitat para diversas especies de animales y dan valor agregado a las viviendas, tal como lo destacan diferentes entidades, desde secretarías locales de medio ambiente hasta la ONU. Pero al mismo tiempo, por tratarse de zonas urbanas, implican cuidarlos y hacer mantenimiento especialmente a sus raíces y ramas -tarea de la cual se encarga Empresas Varias de Medellín- así como el debido remplazo de los ejemplares que se talen. En el caso de Envigado, la empresa Metroplús ha prometido reponer cada árbol cortado con 15: “reemplazamos esos árboles con otros de 3, 4 y 5 metros de 16 especies nuevas” dijo su gerente en una entrevista. Se desconoce la suerte de los otros 400 que corren peligro en Belén y los tantos más que diariamente son mutilados o quemados para la construcción de carreteras y edificios. Hasta el momento ninguna autoridad ambiental ha dispuesto mecanismos de monitoreo y cuidado de los árboles, por lo que se desconoce el número de éstos en la ciudad y cuántos de ellos están en riesgo, aunque se calcula que en Medellín puede haber un árbol por cada cinco habitantes (ver video).
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